Una palapra personal para ti
¡No me conformo!

21 de marzo, 2010

“LEVANTAOS, subamos contra ellos; porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es muy buena; ¿y vosotros no haréis nada?  NO SEÁIS PEREZOSOS en poneros en marcha para ir a tomar posesión de la tierra.”  (Jueces 18:9)

Muy amados,

El Señor me ha dado una palabra esta mañana para Su Iglesia, Su cuerpo, Su pueblo adquirido, y es ésta: “¡No se conformen con el estatus quo!”

Cuando uno esta conforme, le da igual su propio estado espiritual, el estado de la Iglesia, del mundo, y de los inconversos.  El conformismo, la indiferencia, la apatía y la falta de propósito nos debilitan.  El ÁNIMO del soldado es tan necesario como sus armas.

Según el anhelo de nuestros corazones, así seremos.  Si nos conformamos, continuando como estamos, no saldremos adelante, ni vamos a crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo.  Si nos conformamos al estilo de otros cristianos, nunca vamos a alcanzar la madurez, ni tener la autoridad espiritual que acompaña al hombre de Dios.

Lo peor es estar engañado, pensando que estamos bien y conformarnos con seguir asistiendo a cultos y cumpliendo los requisitos religiosos.  Nos comparamos con los demás ciegos y juntos caemos en el POZO DEL CONFORMISMO.  Quiero animarles y retarles a NO CONFORMARSE.

1) No nos conformemos al mundo

En primer lugar, no nos conformemos al mundo, ni a lo que se mueve en él.

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”  (Romanos 12:2)

El mundo a nuestro alrededor ejerce una fuerza y una influencia sobre nuestro comportamiento y nuestros puntos de vista.  Intenta moldearnos a su estilo y forma de ser.  Lo más grave es cuando ni siquiera nos damos cuenta que hemos sido influenciados de manera CONTRARIA a la VOLUNTAD DIVINA.  Lo triste es que aún en la Iglesia, la influencia del mundo es evidente al ojo espiritual.

El espíritu del mundo es tan sutil que no podemos a simple vista discernir lo que proviene del Espíritu de Dios y lo que es de la mente carnal o del mundo.  La mente carnal no renovada, es la forma de pensar que NO ESTÁ DE ACUERDO con la mente de Cristo.  Pues el hombre natural o el cristiano inmaduro, no discierne las cosas del Espíritu pues se han de discernir espiritualmente.

Son numerosos los factores que ejercen una poderosa influencia en nuestras vidas.  Por citar sólo algunos, hagamos un auto-examen de nuestras prioridades: ¿Son iguales o semejantes a las del mundo?  ¿Estamos ansiosos por lo que hemos de comer y beber y qué hemos de vestir?  ¿Estamos buscando en primer lugar el reino de Dios y Su justicia, o pensamos que las demás cosas serán añadidas a nuestros afanes de conseguir seguridad económica?  ¿Estamos viviendo por la fe, y confiando en que si obedecemos a Dios, Él suplirá todas nuestras necesidades, o confiamos en la estabilidad económica del país?  ¿Están las Escrituras y los mandamientos de Dios por encima de las costumbres y de lo que está socialmente bien visto?  ¿Por qué siempre faltan obreros cualificados para hacer la obra de Dios?  ¿Por qué al dios de este mundo le sobran los que trabajan para él y tan pocos sirven al Rey de reyes?

El peligro de conformarnos y de rendirnos ante la avalancha de la vana manera de vivir de la sociedad es muy real.  El espíritu del príncipe de este mundo está ejerciendo una influencia negativa y destructiva para aniquilar la vida de Dios en Su pueblo.  Si amamos al mundo, seremos conformados al mundo, pero el mundo y sus deseos pasarán.  Debemos resistir al diablo y a la tentación de conformarnos al mundo.

2) No nos conformemos con cualquier música que se llame “cristiana”

En segundo lugar, no nos conformemos con cualquier música que se llame cristiana.

Existe hoy día la tendencia de tragar indiscriminadamente todo lo que pudiera tener alguna apariencia de cristiano, sin poner a prueba su sustancia.  El mismo error se está haciendo en la música.  Música que procede del alma humana o peor aún de inspiración demoníaca, es bautizada con unas palabras “cristianas” y pasa al ingenuo mercado de los evangélicos como “música cristiana”.

Tanto la MÚSICA como las LETRAS deben ser inspiradas por el Espíritu Santo.  DIOS BUSCA ADORADORES que le adoren en espíritu y en verdad, no músicos que tienen un pie en el mundo y otro en la Iglesia, que componen para agradar a los carnales, y no para agradar a Dios.

Mucho de lo que se llama “alabanza” en la Iglesia hoy, es una expresión del alma y no adoración en el Espíritu y apela sólo a las emociones.  La música y la alabanza no deben ser preparadas para agradar a la gente y atraer a los jóvenes, sino para AGRADAR A DIOS.  La música y la adoración deben existir para preparar los corazones para recibir la Palabra de Dios; no debe ser un fin en sí mismo.  Primero debe ser la admiración hacia Dios y luego la adoración que sale de un corazón enamorado y agradecido.

3) No nos conformemos con nuestro estado de salud física

Tercero, no nos conformemos con nuestro estado de salud física.  Hay muchas enfermedades que están debilitando tanto a los cuerpos como a la fe de los creyentes.  Dios ha dicho que la oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará.  ¿Estamos conformándonos con nuestro estado físico en vez de andar en la salud provista por las llagas del Cordero?  Dios desea que tengamos salud y que prosperemos en cada área de nuestra vida.

Uno de los nombres de Jehová, es Jehová Rafa.  El Señor nuestro médico.  Es importante que conozcamos a Cristo como nuestro sumo sacerdote, el cual intercede por nuestras vidas, el que se compadece de nosotros, siente nuestros dolores y comprende nuestro estado.  La vida y ministerio de Cristo son suficientes para revelarnos la voluntad de Dios.  En todas sus obras y palabras Él revelaba al mundo la voluntad de Dios.  Cristo vino anunciando las buenas nuevas de salvación y sanando toda enfermedad y dolencia.

“Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y SANANDO TODA ENFERMEDAD y DOLENCIA entre la gente.”  (Mateo 4:23)

En Isaías 53 leemos: “ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores... y por sus heridas HEMOS SIDO SANADOS”.  El profeta por los ojos de la fe, declaró siglos antes de la venida de Cristo, las buenas nuevas del Evangelio.  El Espíritu Santo ha declarado que “hemos sido sanados”, hablando de las enfermedades físicas.  San Mateo nos ayuda a interpretar esta Escritura cuando dice: “Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a TODOS LOS QUE ESTABAN ENFERMOS, para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: Él mismo tomó nuestras flaquezas y LLEVÓ NUESTRAS ENFERMEDADES.”  (Mateo 8:16-17)

Jesucristo sigue siendo el mismo de ayer; y Él quiere que seamos sanos.  No te quedes sentado ante el estanque de Betesda sufriendo.  Cristo ha revelado su voluntad para ti: “Levántate y anda”.

“Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que SANA TODAS TUS ENFERMEDADES.”  (Salmo 103:3)

Sabiendo que Cristo pagó en la cruz por nuestros pecados e HIZO PROVISIÓN POR NUESTRA SANIDAD, podemos acercarnos CONFIADAMENTE al trono de gracia para recibir el OPORTUNO SOCORRO.  Dios quiere que tengamos SALUD y que las cosas nos vayan bien.

Vamos a volver también al orden Bíblico, llamando en primer lugar a los ancianos que oren por nosotros, ungiéndonos con aceite en el nombre de Jesús antes de correr primero a urgencias o a la farmacia.  DIOS HIZO PROVISIÓN y nos manda de llamar a los ancianos de la Iglesia para que oren por nosotros.

“¿Está enfermo alguno de ustedes?  Haga llamar a los ancianos de la Iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.  LA ORACIÓN DE FE SANARÁ AL ENFERMO Y EL SEÑOR LO LEVANTARÁ.  Y si ha pecado, su pecado se le perdonará.”  (Santiago 5:14-15)

4) No nos conformemos con el estado de la Iglesia en España

Cuarto, ¡No vamos a conformarnos con el estado de la Iglesia en España!  Somos miembros del Cuerpo de Cristo y el propósito de Dios es llevarnos a la madurez, a la estatura de Su Hijo.  Nuestra meta no es seguir a otras Iglesias, ni a los que vienen de afuera con doctrinas torcidas y aguadas, sino seguir a la Iglesia primitiva del Nuevo Testamento, todo lo demás esta debajo de lo “normal”.

Si queremos el avivamiento de la Iglesia primitiva y el crecimiento numérico que ellos experimentaron, debemos utilizar sus mismos métodos.  Los Hechos de los Apóstoles constituyen el modelo para la Iglesia de hoy y de igual modo las Epístolas establecen la doctrina.  Desechemos todo lo demás.

Este es el modelo que Dios nos ha dado para Su Iglesia, y es PODEROSO.  Hemos tratado de adaptarlo para el siglo veintiuno, pero hemos perdido el poder que tenía la Iglesia primitiva.  La Iglesia primitiva estaba llena del Espíritu Santo y unida en oración.

Al estudiar la historia de avivamientos que han tenido lugar alrededor del mundo, hay un hilo común en todos.  Antes de un avivamiento, hubo alguien que recibió una unción espiritual en la oración.  EL ESPÍRITU DE ORACIÓN SIEMPRE PRECEDE A UN DESPERTAR.  Alguien tiene que pagar el precio en oración, ayunos y ruegos, para abrir un agujero en la atmósfera espiritual y penetrar en las tinieblas diabólicas.

Después de que Charles Finney se convirtiera, recibió un poderoso bautismo en el Espíritu, y cada palabra que dirigía a las almas, era como una flecha que penetraba en el caparazón de auto justicia. Abel Clary, un ministro de Dios, iba con él como intercesor.  La carga por las almas era tan fuerte que no podía estar en los cultos sin lloros y gemidos al considerar el estado de los impenitentes.

Antes de que venga una lluvia torrencial sobre España, habrá una Elías que, postrado en tierra, conmueva el cielo clamando a Dios que termine la sequía y envíe los torrentes de bendición. Al no reconocer la gran importancia de humillarnos y orar, tendemos a utilizar métodos que CUESTAN MENOS SACRIFICIO pero que NO PRODUCEN los RESULTADOS deseados.

Dios tiene un plan y un propósito para cada uno y es que NO SEAMOS ESPECTADORES, sino participantes en esta gran comisión de llevar el evangelio con poder a los fines de la tierra. No vamos a conformarnos con menos.

5) No nos conformemos con nuestro conocimiento de la Palabra de Dios

Quinto, no vamos a conformarnos con nuestro conocimiento de la Palabra de Dios, o con sólo escuchar un sermón los domingos.  La Palabra de Dios es la comida del espíritu, el pan del cielo.  Sin comer la Palabra diariamente seremos mal nutridos y en vez de estar llenos de luz, las tinieblas irán penetrando nuestra mente.  Como el maná, se debe RECOGER DIARIAMENTE, así tenemos que alimentarnos de la Palabra.

“…  No sólo de pan vivirá el hombre, sino de TODA PALABRA que SALE de la BOCA DE DIOS.”  (Mateo 4:4)

No te conformes tampoco con tu conocimiento de Jesucristo.  Cuanto más conocemos de Él, tanto más seremos transformados en Su imagen.  Te aconsejo que tomes las Escrituras y estudies los Evangelios hasta que tengas bien claro el carácter de Cristo y sus reacciones ante las vicisitudes y contrariedades de la vida.

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”  (2ª Timoteo 3:16-17)

Además de comida espiritual, la Palabra de Dios es la espada del Espíritu. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y MÁS CORTANTE que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y DISCIERNE LOS PENSAMIENTOS y las intenciones del corazón”.  La espada tiene que ser afilada para poder ser utilizada y cortar con precisión.  Hay que recordar que es una espada de dos filos.  Debe cortar y limpiar primeramente al que la utiliza.

La Palabra ungida por el Espíritu Santo penetra hasta lo más profundo del corazón trayendo convicción de pecado. La verdad, empuñada por el Espíritu Santo como una espada, destruye imaginaciones altivas.  Dios utiliza una palabra específica, dirigida a la conciencia, para despertar y cortar la forma de pensar carnal.  Su Palabra es viva y eficaz, y tiene el poder de derribar argumentos, imaginaciones y pensamientos que se levantan contra el conocimiento de Dios

Cuando no tenemos una palabra personal o específica de Dios, entonces tenemos confesar con nuestra boca lo que Dios ya nos ha dicho a través de su Palabra.  La Palabra de Dios es la última palabra, y nos conviene creer lo que Él dice, por encima de todas las preguntas y dudas que surgen con los razonamientos naturales.

Debemos ser un ejército de hombres, mujeres y niños, con la Palabra de Dios como una espada en nuestras bocas y un deseo ardiente en nuestros corazones para establecer el reino de Dios en este mundo.  Avancemos con los pies firmes sobre la Palabra, las demás ideas humanas son arenas movedizas.

6) No nos conformemos con nuestro estado espiritual

“Vosotros también, PONIENDO TODA DILIGENCIA por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.  Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.”  (2ª Pedro 1:5-8)

Sexto, no nos conformemos con nuestro estado espiritual.  No nos conformemos con el nivel que hemos obtenido hasta ahora, o con áreas de tibieza y mediocridad en nuestra vida.

El apóstol dijo:  “PONIENDO TODA DILIGENCIA añadid a vuestra fe...”  Los que se conforman con su estado espiritual, no son diligentes en procurar mejorar, ni en santificarse más, sino que creen que ya tienen su “póliza de seguro de vida” y se conforman con esto.  Pero la Escritura nos amonesta:

“Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que RETENGAMOS FIRME HASTA el FIN nuestra confianza del principio.”  (Hebreos 3:14)

El peligro de conformarnos con nuestro estado espiritual es muy real.  Formamos HÁBITOS DE COMPLACENCIA y el diablo echa el spray de sueño y así muchos no estarán con las lámparas encendidas cuando viene el Novio.  Este sueño espiritual actúa como un peso, un desánimo, algo letárgico que impide el avance.  Es como la inercia que impide progresar, que nos hace POSTERGAR y dejar para luego lo que se debe hacer hoy.  Las BUENAS INTENCIONES continúan, pero nos hace falta la chispa para dar el primer paso.  Al diablo no le molestan tanto las buenas intenciones, si puede lograr impedirnos dar el primer paso.

El diablo quiere adormecernos diciendo que todo va bien, que no seamos radicales ni fanáticos, que no vayamos demasiado lejos; pero, no hagamos caso a sus mentiras, pues solamente el camino que Cristo trazó es el camino que conduce a la vida.

Tampoco nos conformemos con nuestro temperamento y nos rindamos ante las debilidades heredadas de los antepasados.  Somos nuevas criaturas en Cristo y el deseo de Dios es que crezcamos en Él y que hagamos Su obra.

Vayamos creciendo en gracia y en el conocimiento del Señor.  Añadiendo a nuestra fe, virtud y conocimiento.  No debemos quedarnos en la primera planta sólo de la fe, sino seguir edificando nuestra vida sobre ese fundamento, pues cuando llegue el tsunami de terror y persecución, debemos haber alcanzado una altura de seguridad lejos de la inundación.

San Pablo dijo que no luchamos contra sangre ni carne, pero la lucha es aún más intensa, pues es contra principados y potestades y gobernantes de las tinieblas, por lo tanto el soldado que se conforma solamente con tener el uniforme y unos galones en el pecho, no podrá resistir la creciente influencia que ya está viniendo.  El espíritu de engaño y el espíritu de intimidación que produce temor, están aumentando cada día, y los que miran las señales lo pueden ver claramente.  Así que oremos y velemos pues los tiempos son malos y no sabemos la hora de la llegada del ladrón.  Guardemos lo que Dios no ha dado, para que nadie nos robe nuestra corona y galardón.

7) No nos conformemos con el vaso medio vacío

Séptimo, no vamos a conformarnos con el vaso medio vacío, sino con un corazón lleno y rebosante.  Jesús dijo:  “bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ELLOS SERÁN SACIADOS”.

“Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; MI ALMA TIENE SED DE TI, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario.”  (Salmo 63:1-2)

Cuando el pueblo de Dios clama a Él con un deseo ardiente y ferviente, DIOS ESCUCHARÁ y RESTAURARÁ los años que el pulgón se ha comido, los años que hemos perdido dando vueltas en el desierto.

“Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.  Comeréis hasta SACIAROS, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será Mi pueblo avergonzado.”  (Joel 2:25-26)

La Biblia dice:  “Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios”.  (Hebreos. 4:9)  Hay un reposo para el pueblo de Dios y debemos procurar entrar en aquel reposo.  Hay que luchar para entrar en el reposo de Dios.  Parece una contradicción, pero es una verdad espiritual.  Pues el deseo de relajarnos y conformarnos nos lleva a dormir espiritualmente.  LEVANTÉMONOS, hay metas que conseguir, niveles que AÚN NO HEMOS ALCANZADO.  Ojo no ha visto, ni oído escuchado las cosas que Dios tiene preparadas para los que le aman y le buscan de todo corazón.

“LEVANTAOS, subamos contra ellos; porque nosotros hemos explorado la región, y hemos visto que es muy buena; ¿y vosotros no haréis nada?  No seáis perezosos en PONEROS EN MARCHA para ir a tomar posesión de la tierra.”  (Jueces 18:9)

Vamos a conquistar esta montaña.  ¡No te conformes dando vueltas!  Subamos, pues Dios está con nosotros y las dificultades serán pan para nosotros, para fortalecernos.  ¡No te quedes así!  ¡No te quedes donde estás!  Hay un horizonte nuevo y el Capitán del ejército nos anima a conquistar la tierra.

¡YO NO ME CONFORMO! con las cosas como están, ni en mi vida, ni en la Iglesia.  Dios tiene que intervenir, pues es tiempo que se manifieste el brazo del Omnipotente.

Amén.

En el amor de Cristo,

Daniel

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