Llamado a la oración y ayuno
16 de mayo,
2008
Queridos
hermanos
Estamos
atravesando tiempos críticos que requieren medidas
drásticas.
El enemigo ha montado una campaña diabólica para
destruirnos y callar la boca de los siervos de
Dios. De
poner impedimentos a los intercesores. De tener otros,
como yo, en una cárcel de enfermedad. Hace seis meses
estoy sufriendo un martirio en mi cuerpo que es muy
difícil de soportar. Si Pablo
escribiendo a la iglesia en Roma dijo:
“Os
ruego hermanos por nuestro Señor Jesucristo y por el
amor del Espíritu que me ayudéis orando por mi a Dios”
(Romanos 15:30)
En otras
traducciones dice: “que os esforcéis
juntamente
conmigo”.
En otra,
“que se unan
conmigo en esta lucha y que oren a Dios por
mi”.
La palabra en el
griego para luchar es “sunagonizo”, de donde tomamos la
palabra “agonizar”.
La situación de
enfermedades en la iglesia, la situación económica, el
estado espiritual de los creyentes, los familiares
perdidos y cautivos por el diablo requiere un esfuerzo y
unos sacrificios que aun desconocemos.
Les pido por
el amor de Dios, si mi ministerio va a continuar en
España que organicen cadenas de
oración y ayuno y que nos esforcemos para ver cambios
drásticos.
Los principados y
potestades satánicos están retando a los creyentes, como
Goliat reto al ejército de Israel, y si no hacemos nada,
si continuamos con todo como si fuera normal, vamos a
perder.
Es el momento de
tocar trompeta en Sión y llamar a todos los que son de
verdad soldados de Cristo y que unidos nos extendamos
como nunca antes. Cuando Pedro
estaba en la cárcel y amenazado de muerte la iglesia se
unió y oraron sin cesar hasta ver el
Milagro.
La situación se
esta repitiendo y el diablo quiere matar el ministerio y
callar nuestras bocas. Si alguna vez en
tu vida has tomado una advertencia en serio, ahora es el
momento.
De Cuba me envían
este mensaje urgente después de estar en ayuno y oración
por nuestras iglesias:
“Estuvimos unidos
en ayuno a ustedes el día de ayer domingo y me habló
Dios así:
Yo he sido quien les ha estado inquietando,
removiendo de su lugar, y a muchos quiero sacar de
su confort, de su comodidad, porque no es todo lo que
tengo para ustedes (la ICEA en España). Se ha presentado
un gigante de incredulidad que tiene sus raíces en la
falsa doctrina del catolicismo y las corrientes
materialistas.
Pero dice Dios, yo les he levantado en una sana
doctrina, para un tiempo como este; para derrotar al
gigante, en el nombre de Jehová de los ejércitos el Rey
de los escuadrones de Israel que les da la victoria
HOY, EN ESTE
TIEMPO; no teman al gigante; porque
Jehová nuestro Dios, él es el que pelea por vosotros”
La intimidación
espiritual proviene del mismo espíritu de incredulidad
(es un espíritu de temor solapado), pues al poner en
duda nuestra identidad con Cristo en los lugares
celestiales a la diestra del Padre, y el enemigo como
estrado de nuestros pies; el enemigo nos quiere hacer
ver que estamos en desventaja y no en victoria; y aún
nos deshereda, pues no somos capaces ni de apropiarnos
de lo que el Padre a través de su Hijo Jesucristo nos ha
dado; o sea, es un ataque indirecto, no sabemos quienes
somos, que puedo y ni que herencia tengo; y por supuesto
la meta que Dios puso delante de nosotros se aleja cada
vez más, esta es una forma de sacarnos del plan y del
propósito de Dios que el diablo usa con frecuencia.
Hay que apropiarnos de toda la identidad que como
hijos de Dios tenemos según Efesios 1, y recibir la
bendición que el Padre nos ha dado en los lugares
celestiales.
Que Dios les
confirma estas palabras en vuestros
corazones.
Daniel
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