Una palapra personal para ti
¿Qué era el aguijón de San Pablo?

18 de febrero, 2009

“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un AGUIJÓN en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que NO ME ENALTEZCA sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.

Y me ha dicho:  bástate Mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.  Por tanto, de buena gana ME GLORIARÉ MÁS BIEN EN MIS DEBILIDADES, PARA QUE REPOSE SOBRE MÍ EL PODER DE CRISTO.

Por lo cual, POR AMOR A CRISTO ME GOZO EN LAS DEBILIDADES, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”  (2ª Corintios 12:7-10)

Queridos hermanos,

Hay mucha polémica, controversia y especulación sobre el aguijón en la carne de Pablo.  Algunos dicen que era una enfermedad que Pablo sufría y así defienden su estado de seguir enfermos, como algo dado o permitido por Dios para que sean mas como Cristo.

Algunos especulan que tenía una enfermedad en los ojos, y que salía pus, por eso Pablo en su carta a los Gálatas dijo que le querían tanto anteriormente que estuvieran dispuestos a sacarse sus propios ojos y dárselos.  “Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos.”

Otros se apoyan en el hecho de que predicó al principio entre los Corintos con enfermedad, aunque la traducción original no es una enfermedad sino una debilidad en la carne que puede ser cualquier cosa.

Otros utilizan este aguijón para apoyar su tesis en que la sanidad del cuerpo no esta incluido en la obra vicaria de Cristo en la cruz, sino que solamente incluye la salvación y el perdón de los pecados.

No sé porque tanta polémica sobre una cuestión tan clara.  Pablo dijo expresamente que era un mensajero de Satanás que fue permitido por Dios para que no se volviera presumido, ni altivo en sus muchas revelaciones y logros.  Vino a bofetearlo, es decir, era algo que no era constante, sino GOLPES tras golpes.  La razón por la cual Dios lo permitió era para que no se enalteciera desmedidamente.  Tenía bastante razón por jactarse por lo que había logrado en su ministerio apostólico y por las muchas revelaciones, pero en vez de hacerlo, pudo jactarse en sus aflicciones.

¿De donde viene el término aguijón?

Para entender la analogía de una espina o aguijón es necesario leer Números 33:55:

“Pero si no expulsan a los habitantes de la tierra que ustedes van a poseer, sino que los dejan allí, esa gente les causará problemas, como si tuvieran clavadas astillas (aguijones) en los ojos y espinas en los costados.”

Aquí el profeta asocia la gente no judío, la gente pagana e incrédulo, que vivían en la tierra, con aguijones en sus ojos.  El Señor estaba hablando de no dejar nada en la tierra prometida que fuera de tropiezo y perjudicará el poseer la tierra prometida completamente.  De no dejar los ídolos de los habitantes, sus costumbres, su idolatría y inmoralidad para que no les contaminaran y se revelaran contra Dios.  Dijo que si no les destruía y los aniquilara, que serían un espina en el costado y aguijones en los ojos.  Vivir con incrédulos o cristianos carnales, indisciplinados es un aguijón, además de una cruz.

El Señor en vez de hacerle a Pablo las cosas fáciles, permitió esta continua OPOSICIÓN A SU MINISTERIO para que no se levantara desmedidamente y que a consecuencia el hubiera sido inútil para la obra de Dios.  Así que el aguijón de Pablo era un mensajero de Satanás para DESANIMARLE, pues donde quiera que iba, el diablo removía a la gente para perseguirle, matarle o hacerle la vida difícil.  Incluso, el Señor le dio suficiente gracia y poder interior de tal medida que Pablo pudo decir “Por eso me REGOCIJO EN DEBILIDADES, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Entonces este aguijón se define como las PRUEBAS Y NECESIDADES que pasó por la obra de Dios.  En su conversión Jesús le avisó, por boca de Ananias, “Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por Mi nombre.”

El Peligro de enaltecerse desmedidamente en la obra de Dios

La carne, la unción y el poder de Dios obrando en un ministerio pueden hacer que uno se enaltece y se crea más de lo que es.  Al ver el mundo evangélico desde esta perspectiva, especialmente entre los carismáticos, se ve que el orgullo y la altivez han causado mucho daño y ha hecho perder muchos siervos de Dios, además de haber sido de tropiezo a muchos que les seguían y un mal testimonio a la causa de Cristo.  La levadura de orgullo que causa la independencia ha hinchado muchos de los siervos ungidos del Espíritu Santo.

La unción y los dones carismáticos del Espíritu no son necesariamente índice de la aprobación de Dios sobre el individuo aunque su ministerio es autentico.  Las obras no siempre son hechas con motivos sanos para la Gloria de Dios.  Jesús dijo por su FRUTO se conocerán, no por las obras.  El fruto es lo que produce la vida de Dios en el individuo, después que el pámpano ha sido podado.  Muchas obras, aunque benéficas, no son necesariamente el fruto de Espíritu, ni en obediencia a Dios.  El fruto del Espíritu es manifestado en el creyente y esta descrito en Gálatas 5:22:

“En cambio, el FRUTO DEL ESPÍRITU es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.”

La Biblia habla de los que son "hinchados por su propia mente carnal" (Col. 2:18).  Vanidosos, infatuados (gr. "tuphoo").  "Hinchados, inflados con orgullo".  El hinchado se infla con su propio aire y la adoración de la gente.  Es un efecto de la mente carnal.  La diferencia entre una persona espiritual y el que está inflado es evidente.  Uno está lleno del espíritu Santo y el otro está lleno de sí mismo.  Los dos pueden pronunciar las mismas palabras, pero uno es inspirado por el poder del cielo y el otro poder del ego.  Santiago dice que la sabiduría que proviene del cielo es:  “primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía" (Santiago 3:17).  Por el contrario, la sabiduría terrenal y carnal es primeramente altiva, luego contenciosa, irritando e irritable.

En 1ª Corintios 13, Pablo dice que sin amor todo lo demás es como címbralo que retiñe y molesta los oídos.

“Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.  SI TENGO EL DON DE PROFECÍA y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una FE que logra trasladar montañas, PERO ME FALTA EL AMOR, NO SOY NADA.”  (1ª Corintios 13:1-2)

Notemos la tendencia natural de San Pablo de jactarse, y comienza a enumerar sus sufrimientos como su defensa a los que le desprestigian y no lo valoran.  Hoy vemos que ridículo eran las críticas contra este siervo ungido.  Pero en aquel entonces el tuvo que soportar muchos malentendidos.

“Miráis las cosas según la apariencia.  Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.

Porque aunque me gloríe algo más todavía de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré; para que no parezca como que os quiero amedrentar por cartas.

Porque a la verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable.”  (2ª Corintios 10:7-10)

En capitulo 11 enumera especialmente lo que había padecido, que constituye las bofetadas que había recibido por causa de este mensajero de Satanás.

“¿Son servidores de Cristo?  ¡Qué locura!  Yo lo soy más que ellos.  He trabajado más arduamente, he sido encarcelado más veces, he recibido los azotes más severos, he estado en peligro de muerte repetidas veces.  Cinco veces recibí de los judíos los treinta y nueve azotes. Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar.

Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro; en peligros de ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar y peligros de parte de falsos hermanos.

He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez.”  (2ª Corintios 11:23-27)

¡Vaya diferencia entre los súper apóstoles que viven en opulencia hoy!  Dios en su misericordia permite aguijones para que no nos perdamos.

Pablo dijo que si nos juzgáramos no seremos juzgados.  Es posible también que si nos disciplináramos podemos evitar algunos aguijones.  No lo sé, pero es un pensamiento.  El contexto era que había muchos enfermos entre la Iglesia 1ª Corintios 11.

En 1ª Corintios 9:25-27 Pablo escribe: “Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina.  Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire.  Más bien, GOLPEO MI CUERPO Y LO DOMINO, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede DESCALIFICADO.”

Así que ese aguijón, esas pruebas y dificultades que pasamos, en realidad nos pueden estar protegiendo de no ser descalificados.  La prosperidad no siempre hace prosperar al siervo.  La unción y los dones del espíritu operando en una persona, no es lo que produce el CARÁCTER DE CRISTO, solamente lo hace la cruz que hace morir la carne.

Para los que declaran que Pablo era un enfermo, digo que un enfermo no podía haber soportado todo lo que el sufrió, ni hubiera podido hacer todos los viajes que hizo.  Al menos que el Señor te diga claramente de que no te va a sanar o librar, y que te va a dar suficiente gracia de poder soportar, vamos a luchar en contra de todo ataque del diablo que viene solamente a desanimar, desalentar e impedir que hagamos la obra de Dios.  Cristo nos ha dado autoridad sobre todo poder del diablo y debemos utilizar lo que El ha provisto.  “Mirad, os he dado AUTORIDAD para hollar sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño.”  Los dones se notan en nuestras Iglesias por su ausencia.  Yo he vivido los años del derramamiento del Espíritu y sé lo que es posible y necesario, de predicar la Palabra con demostración del Espíritu y poder.  Al ver la apostasía y como muchos se desvían, debemos decidir mas que nunca que los Hechos de los apóstoles se repitan.

Si no manifestamos lo verídico con CORAZONES PUROS EN HUMILDAD Y SANTIDAD, la gente irán detrás de impostores y falsos maestros que tengan alguna manifestación sobrenatural, venga de donde venga.

Si hay billetes auténticos habrá los que falsifican.  No se puede evitar, pero si debemos poner la luz de la Palabra sobre cada billete, y ver si es falso o no.  Los billetes falsos brillan.  Los falsos profetas se enorgullecen y es un brillo falso, no la revelación del Espíritu Santo.  Los maduros en Cristo tienen los sentidos ejercitados para discernir y no ser llevados por cada viento de doctrina que enaltece el hombre, no al Señor.  Si Juan el Bautista dijo que tenía que MENGUAR para que Cristo fuera enaltecido, cuanto más nosotros.

El éxito ministerial tiene sus peligros.  Nuestro CARÁCTER egoísta no cambiará por la que podamos hacer para el Señor, ni por la posición que tengamos en la Iglesia, ni por nuestro ministerio, ni por nuestras obras religiosas.  Al contrario, lo fortalecerá.  El “yo” se fortalece con obras religiosas si no tomamos la cruz.  La única forma de tratar con la naturaleza Adámica, el orgullo y la vanidad, es de TOMAR DIARIAMENTE LA CRUZ, y someter el hombre viejo al Señorío de Cristo.  Lo importante es el éxito que Dios consiga en formar, cambiar y moldear el carácter de la persona conforme a la IMAGEN DE CRISTO.  Ese es el único éxito que vale la pena conseguir, todo lo demás es heno y paja.  Las obras de cada uno serán probadas por fuego en el día del juicio.  Solo lo hecho por amor al Señor, sin intereses personales y en OBEDIENCIA, perdurará.

El aguijón de que San Pablo escribía lo desinflaba.  Así los sufrimientos que padecemos por seguir a Cristo nos ayudan a ser mas como El y menos como el viejo hombre.

Seguir a Cristo es tomar la cruz, cualquier otro camino es una desviación que conduce al final a la destrucción.

La sanidad de nuestros cuerpos esta INCLUIDA en la obra terminada de Jesús por nosotros

¿Qué pretendo decir con todo esto?  Primero que el aguijón de San Pablo no se refería a una enfermedad física, sino a oposiciones a su ministerio, pruebas y necesidades para que no se enalteciera.

Segundo que la sanidad del cuerpo ESTA INCLUIDO en la obra vicaria de Cristo en la cruz.  Jesús dijo a los fariseos que le criticaban “¿Qué es más fácil, decir:  ‘Tus pecados quedan perdonados’, o decir:  ‘Levántate y anda’?”

El salmista dijo, “El es quien PERDONA todas tus INIQUIDADES, El que SANA todas tus DOLENCIAS.”

Jesús dijo que los que creyesen en El, iban a hacer las mismas obras que El hizo.  El sanó a los oprimidos del diablo, y sanó a todos los enfermos.  En Marcos 16:17-18, Jesús dijo:

“Y estas señales seguirán a los que creen:  en Mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas…SOBRE LOS ENFERMOS PONDRÁN SUS MANOS, Y SANARÁN.”

Dios tiene muchas maneras de mantenernos humildes y quebrantados y no es necesario que padezcamos físicamente de alguna enfermedad, o algo crónico y incurable.  Al menos que hayas ido al tercer cielo como Pablo y que tienes muchas revelaciones, no te refugies detrás del aguijón de Pablo para quedarte enfermo.  Si, es verdad que nos vamos a enfermar de vez en cuando, sobre todo porque descuidamos el cuerpo y no sabemos alimentarnos ni cuidarnos correctamente, pero DIOS HIZO PROVISIÓN y nos manda de llamar a los ancianos de la Iglesia para que oren por nosotros.

“¿Está enfermo alguno de ustedes?  Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.  LA ORACIÓN DE FE SANARÁ AL ENFERMO Y EL SEÑOR LO LEVANTARÁ.  Y si ha pecado, su pecado se le perdonará.”  (Santiago 5:14-15)

Aquí, en este versículo, tanto la enfermedad como el pecado esta incluido en este beneficio.  Si llamamos al medico primero, es posible que terminemos como la mujer con el flujo de sangre, que había gastado todo lo que tenía en médicos y que no fue mejorada.  Con todo eso, ella pudo tocar el borde del manto de Cristo y su virtud la sanó.  El es el mismo hoy que ayer, y si podemos volver a creer, veremos la Gloria de Dios.

“Pido a Dios que disfrutes de buena SALUD y que te vaya bien en todo, así como le va bien a tu alma.”

Dios quiere que tengamos SALUD y que las cosas nos vayan bien.  Sabiendo que Cristo pagó en la cruz por nuestros pecados e HIZO PROVISIÓN POR NUESTRA SANIDAD, podemos acercarnos CONFIADAMENTE al trono de gracia para recibir el OPORTUNO SOCORRO.  La fe viene por oír, y el oír por la Palabra de Dios.  Hemos oído tantas cosas al contrario que somos débiles en la fe y por eso no caen los relámpagos del poder Divino.

La lluvia viene vamos a seguir orando y creyendo hasta que veamos la Gloria de Dios.

YO NO ME CONFORMO con las cosas como están, ni en mi vida, ni en la Iglesia.  Dios tiene que intervenir, pues es tiempo que se manifieste el brazo del Omnipotente.  Amen.

Un abrazo fraternal en el amor de Cristo,

Daniel

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