Un aviso serio a los
creyentes
15 de
octubre, 2009
Queridos hermanos
saludos en el amor del Señor,
San Pablo, en su
discurso de despedida a los líderes y ancianos en Mileto
dijo que:
“Porque yo sé que después de mi partida
entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no
perdonarán al rebaño.” (Hechos
20:29)
Estos lobos
feroces son predicadores, asumiendo títulos de
apóstoles, evangelistas, pastores, etc. que traen “otro
evangelio” para VENTAJA PERSONAL. Un falso maestro
se predica a sí mismo, utiliza sus experiencias para
establecer doctrinas en vez de usar la palabra de
Dios. El
buen pastor, es aquel que da su vida por las ovejas, no
el que sacrifica las ovejas para mantener su estilo de
vida ostentosa.
Si un lobo entra
en el rebaño, es obvio que tiene que estar vestido de
piel de oveja para no ser descubierto. ¿Cómo consiguió
esa piel de oveja?
Para poder vestirse de la piel de una oveja,
claro esta, que la tiene que haber matado y comido. Para ser más
claro, tiene que haber engañado a alguien de influencia
y a través de esa persona ir ganando entrada.
Estos impostores
obtienen un lugar de influencia en la iglesia de dos
maneras:
Algunos maestros y predicadores falsos comienzan
su ministerio con sinceridad, verdad, pureza y fe
genuina en Cristo.
Muchos que comenzaron bien, llamados de Dios,
ungidos del Espíritu Santo y sufriendo penalidades por
amor a Cristo y a su evangelio, al ser bendecidos
económicamente o prosperados desmedidamente, o
levantados por la adulación de muchos, se han desviado
de su meta y perdido el espíritu de humildad, sacrificio
y abnegación.
Luego por causa de su orgullo y sus deseos
pecaminosos, va desapareciendo su consagración y amor a
Cristo. Se
va enfriando en su amor y devoción a Cristo y al verse
endeudado por la extensión de sus reinos, permite cosas
ilícitas y sin escrúpulos.
Otros maestros y
predicadores falsos nunca han sido creyentes verdaderos
en Cristo.
Satanás los ha plantado en la iglesia desde el
mismo principio de su ministerio, valiéndose del talento
y del carisma que tienen que contribuye a su éxito. Su estrategia es
colocarlos en cargos de influencia para que socaven la
obra de Cristo.
Son como billetes falsos que brillan por un
tiempo, pero no tienen el espíritu de Cristo, y son
carnales y sensuales.
Jesús les advirtió
a sus discípulos catorce veces en los evangelios que
estuviesen alerta a la venida de falsos profetas y guías
engañosos.
Señales de un verdadero siervo de
Dios
Dios ha puesto
ministros auténticos en la Iglesia.
Hombres que dan sus vidas por
las ovejas, para avisar y advertir a las ovejas de los
peligros y para protegerles de los lobos rapaces que
dividen al rebaño para luego comerlo.
El buen pastor da
su vida por las ovejas. No busca lo
suyo, sino la gloria de Dios y el bien de las
ovejas. No
utiliza el ministerio para enriquecerse o para ventajas
personales.
No busca la gloria de los hombres, sino la gloria
de Dios y el beneficio de su pueblo.
El buen pastor es
valiente en contra del mal, las injusticias y el
pecado. El
cobarde es tolerante del pecado por miedo a ofender o
perder miembros.
El buen pastor tiene dominio propio y disciplina
personal.
No tiene lugar en un siervo de Dios la
dejadez. No
se deja engañar.
Esta alerta y vela.
Segundo, es un
sacerdote, es decir, representa a Dios a su pueblo, y su
pueblo a Dios.
Un buen pastor escucha a su pueblo. Es accesible,
comprensivo y compasivo. La humildad es
lo que invita a las ovejas a acercarse y a confiar en
sus consejos.
No esta a la defensiva, ni tiene favoritos o
acepción de personas. Escucha a su
pueblo sin prejuicios, o conceptos ya formados, y
escucha a la voz de Dios que comparte al pueblo. Las ovejas no
tienen miedo de abrir sus corazones a él, pues conocen
su amor hacia ellos. Repito, el
siervo de Dios es atento a Dios y también escucha a las
ovejas.
Hay también los
que escuchan a Dios, pero no a las ovejas heridas. El reino de Dios
consiste en justicia, paz y gozo. Cuando hay
injusticias cometidas en la Iglesia, no
habrá ni paz, ni gozo. El Espíritu
Santo convence de pecado, justicia y del juicio
venidero.
Donde falta estos tres factores, falta la
libertad y el poder convincente del Espíritu Santo. Hay muchas
injusticias cometidas en la Iglesia que
hieren a las almas y se ofenden y el peso de su destino
cae sobre los que están en autoridad. Es muy peligroso
ofender uno de estos pequeños. El diablo
utiliza los escándalos y las ofensas para apartar las
almas del rebaño.
Sed sobrios y velad
Este peligro era y
es una realidad hoy en día. San Pedro
escribió:
“SED
SOBRIOS, y VELAD; porque vuestro adversario el diablo,
como león rugiente, anda alrededor buscando a quien
devorar; al cual RESISTID FIRMES EN LA FE,
sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo
en vuestros hermanos en todo el mundo.” (1ª Pedro
5:8-9)
1)
Primero, debemos tener DOMINIO PROPIO, ser
SOBRIOS y estar VIGILANTES. Ante estos
avisos uno debe ponerse en guardia velando y orando,
porque los días son malos y el espíritu de engaño está
avanzando hasta dentro de las iglesias. La mejor forma
de estar vigilante es de velar y orar y de estar cerca
de Cristo.
De otra forma no detectaremos la presencia o las
actividades de los demonios.
Las personas que no tienen dominio propio
sobre sus apetitos y palabras, que no se dominan, ni
sujetan su cuerpo, pueden caer víctimas en las trampas
de los falsos maestros, los que predican otro
evangelio.
Esto pasó en la Iglesia de
Corinto pues Pablo les acusó tajantemente.
“Pero
temo que como la SERPIENTE
con su ASTUCIA ENGAÑÓ a Eva, vuestros sentidos sean de
alguna manera extraviados de la sincera FIDELIDAD A
CRISTO. (2ª
Corintios 11:3)
2)
En segundo lugar tenemos la importancia de
CONOCER LA VERDAD y
la SANA
DOCTRINA. San Pablo advierte a
Timoteo:
“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina”. En su despedida
a los lideres y ancianos en Mileto Pablo dijo, “Mirad
por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar
la
Iglesia del Señor, la cual él ganó por
su propia sangre”. (Hechos
20:28)
La Iglesia de
Cristo, Su cuerpo aquí en la tierra, Su rebaño, es
precioso en Sus ojos y nos ruega que andemos con
cuidado, recordando también que somos responsables por
nuestros hermanos para que no sean engañados y
arrastrados por el inicuo.
Aquí en América con la libertad religiosa que
hemos disfrutado por tantos años, se han proliferado
diversos “evangelios”, tantos, que es difícil saber
donde pisar.
Como las serpientes cascabeles, tienen un
CAMUFLAJE muy efectivo pero si tragas esas mentiras
ingieres el veneno.
Veamos de nuevo como San Pablo, hablando a
los cristianos que eran el fruto de su propio
ministerio, escribió:
“Pero
temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva,
vuestros SENTIDOS sean de alguna manera extraviados de
la sincera fidelidad a Cristo.” (2ª Corintios
11:3)
3)
Tercero, tenemos que tener cuidado de no dejarnos
guiar por nuestros sentidos o razonamientos. Los que se rigen
por sus SENTIDOS, y no por el conocimiento pueden ser
engañados.
Los que no han añadido a su fe, virtud, y
conocimiento, y dominio propio, pueden ser
engañados.
Los que quieren andar en independencia sin estar
bajo sumisión pueden ser engañados.
Las epístolas de los apóstoles son para
instruir en justicia y doctrina. El ministerio
apostólico hoy en día es para que no seamos niños,
llevados doquiera por estratagemas de hombres que
emplean con astucia todo tipo de error para engañar,
sino que crezcamos para ser hombres maduros. Mis libros a las
Iglesias son para fortalecer y educar y edificar a los
creyentes, y es necesario que se estudien religiosamente
para beneficiarnos de su contenido.
¡Otro Evangelio!
A continuación de
la advertencia de Pablo que hemos citado continúa
delineando tres peligros. Dijo:
“Porque si viene alguno predicando a OTRO
JESÚS que el que os hemos predicado, o si recibís OTRO
ESPÍRITU que el que habéis recibido, u OTRO EVANGELIO
que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.” (2ª Corintios
11:3-4)
Hay tres partes en
la advertencia de Pablo:
1.
Primero el predicador predica a “OTRO JESÚS”.
Un falso
Jesús no es simplemente una persona que se dice ser
“Cristo”, sino que representa un Cristo, que no es el
Cristo de los evangelios, sino un Cristo hecho a su
propia imagen.
Es un Cristo inventado en la imaginación que se
asemeja a ellos.
Un Cristo que pasa por alto al pecado, que vende
sus principios por dinero, que evita la cruz y el
sufrimiento.
No es el Jesús de los evangelios sino un Jesús de
su imaginación.
Es el Jesús de las películas, el Jesús que es
tolerante, anémico y “pasota”.
2.
Segundo, aquellos que aceptan este mensaje
engañoso reciben “OTRO ESPÍRITU” diferente al que
recibieron anteriormente. Tengamos cuidado
de quien nos impone las manos, pues si tiene otro
evangelio y predica otro Jesús, es posible que tenga
otro espíritu y que te lo transmita. “Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.”
3.
Tercero, abrazan “OTRO EVANGELIO” distinto del
original.
Un falso evangelio es uno de ofertas de bendición
y prosperidad sin la cruz. Los que andan en
la carne predican otro evangelio, no el que predicó
Cristo ni los apóstoles. “Ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los
que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.”
Convierten el evangelio para ganancias
deshonestas, quieren agradar a la gente, no a Dios
supremamente.
Aquí hay un claro ejemplo de cómo los cristianos,
quienes han nacido de nuevo y recibido el Espíritu
Santo, pueden ser engañados y tentados a recibir un
falso espíritu, un espíritu de engaño. Al creer una
mentira, caen bajo la influencia Satánica de esa
mentira. Es
cualquier cosa que por orgullo te separa de tu
autoridad.
Es lógico, por lo
tanto, preguntar si ¿hay falsos maestros en
la
Iglesia hoy en día que están predicando
“otro Jesús?”
La respuesta es un enfático. ¡Si! El Cristo
verdadero de los evangelios es el Cristo que limpió el
Templo y que con fuego que no se apaga, limpia su era;
es el Cristo que confronta la hipocresía de los
religiosos; es el Cristo que no aceptó la honra de los
hombres, pero a la vez buscó solamente la honra que
viene de Dios, este es el Cristo que servimos. El que odia el
pecado pero ama al pecador, y da su vida para
salvarle.
San Pablo en un momento de indignación santa,
exclama:
“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros
fraudulentos, que SE DISFRAZAN como apóstoles de
Cristo. Y
no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza
como ángel de luz. Así que, no es extraño si
también sus ministros se disfrazan como ministros de
justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.” (2ª Corintios
11:13-5)
Jesús no se
equivocó cuando nos dice: “por sus frutos
les conocerías”.
No por sus palabras. El fruto de los
falsos predicadores consiste en convertidos que no
obedecen toda La Palabra de
Dios, ni tienen el Espíritu de Cristo. Los soberbios,
los aduladores, los hinchados, los inflados, los
amadores del dinero, los que hacen mercadería de los
creyentes, los que prometen lo que no dan, nubes sin
agua llevados por los vientos: ¡Estos son los
engañadores del siglo 21! Sus vidas no han
sido transformadas, no son vasos de honra, santificados
para toda buena obra. Sino que son
carnales y sensuales, siempre aprendiendo pero nunca
crecen en gracia y conocimiento. Son la cizaña
entre el trigo.
Se conocen por su vanagloria y su amor al
dinero.
La vanagloria se
opone directamente al Espíritu de Cristo, que es manso y
humilde. La
vanagloria de la vida, de nuestros logros, de nuestras
posesiones, de nuestros talentos, todo actúa con el fin
de apartarnos del puro servicio a Cristo y tiende a
desviarnos de la meta celestial.
Probar los espíritus
San Juan nos
amonesta:
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino PROBAD
LOS ESPÍRITUS si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo”. (1ª Juan
4:1). La
pregunta que me viene a la mente es ¿Cómo podemos probar
los espíritus?
¡Es evidente que el apóstol se está refiriendo a
manifestaciones del espíritu DENTRO DE LA
IGLESIA y de los que vienen trayendo un
mensaje supuestamente de parte de Dios!
1.
Una de las maneras es conociendo el Jesús de
la
Biblia, y como ha actuado y que ha
dicho, así podemos conocer al que no tiene el mismo
espíritu que Él.
“Él es el mismo, ayer, hoy y por los
siglos.” El
que predica un Cristo diferente y trata de poner en Su
boca, otras palabras que Él no pronunció, es un
falso. El
que conoce la verdad no tiene que estudiar todas las
sectas y falsas doctrinas que se divulgan por el mundo
para discernir el error. Los que tienen
amor al dinero y amor al mundo se califican como
enemigos de Dios.
2.
Otra forma, es de tener los sentidos espirituales
ejercitados para poder discernir el bien y el mal. No hablo de ser
sospechosos de todo, pero sí de estar alerta y de hacer
caso a la voz de Dios, en el interior de su
espíritu.
Dios quiere enseñarnos a distinguir doctrinas
falsas y maquinaciones del diablo. Debemos aprender
que no todo lo que “huele bien” es saludable. Es necesario el
ejercicio de los sentidos para distinguir lo santo de lo
vil, la comida sana del veneno, la presencia real de
Dios y algo ficticio. Aunque usted no
lo entienda intelectualmente, habrá una impresión
interior que le dirá: ¡En
guardia!
¡Alerta!
“Pero
el alimento sólido es para los que han alcanzado
madurez, para los que POR EL USO tienen los sentidos
ejercitados en el discernimiento del bien y del
mal.”
(Hebreos 5:14)
¿Cómo se pueden ejercitar los sentidos
espirituales?
Es por el uso, la experiencia y las victorias en
las guerras espirituales que aprendemos las lecciones
necesarias.
No nacemos sabiendo, hay que ir a la escuela del
Espíritu Santo.
El Espíritu Santo habla a través de la conciencia
y Su Palabra.
El que alimenta la naturaleza carnal no estará
fortalecido para resistir la voz del enemigo. Los músculos se
desarrollan con ejercicios, levantando pesos o
corriendo.
Los músculos y reflejos espirituales se
desarrollan cuando RESISTIMOS LAS TENTACIONES y
soportamos los unos a los otros. Hay situaciones
pesadas, que podemos evitar, pero estos pesos,
responsabilidades, situaciones difíciles que serían más
fáciles de escapar, pero que voluntariamente asumimos,
nos fortalecen para poder discernir el bien y el
mal.
SOPORTANDO A LOS DÉBILES, soportándonos los unos
a los otros en amor, esto FORTALECE nuestro hombre
interior.
DESECHANDO LO DUDOSO aunque lícito, nos fortalece
para resistir el diablo. El diablo
utiliza los deseos de la carne, la concupiscencia de los
ojos y la vanagloria de la vida para atrapar al que se
descuida.
3.
Quédate cerca del buen
pastor, sé vigilante. ORAD y VELAD y
CONOCE BIEN LA VERDAD, para
que, al oír la mentira, tus oídos ya estén ejercitados
en discernir el bien del mal.
Gracias a Dios que
el Espíritu Santo está levantando un pueblo santo que
está hastiado de todos los ministerios egocéntricos, y
su grito es, "Queremos ver a Jesús". El evangelio
“hombre-céntrico” no puede durar mucho más. Estamos entrando
en un tiempo de fuegos de refinamiento. Cristo se va a
revelar al humilde, al pobre en espíritu, y la palabra
verdadera del Señor fluirá con unción y poder. La unión con
Cristo se convertirá en la perla de gran precio.
A pesar de los
peligros de la era en que vivimos, la luz brilla en las
tinieblas, y las tinieblas no pueden apagarla. Dios conoce a
los que son suyos, y su remanente permanecerá. Los que son de
Cristo son los fieles y escogidos y que han lavado sus
ropas en la sangre del Cordero.
“Y a
aquel que es poderoso para GUARDAROS SIN CAÍDA, y
presentaros sin mancha delante de su gloria con gran
alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea
gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos
los siglos.
Amén.”
(Judas 1:24-25)
Que el Dios de Paz
os guarde sin mancha y te presente irreprensible ante su
trono. A Él
sea la
Gloria, la honra y el poder
sempiterno.
Amen.
Un abrazo
paternal,
Daniel |